En la mañana de este jueves 27 de junio se ha llevado a cabo la puesta en marcha de la extracción de agua potable del nuevo pozo de los Arenales. Una acción que el nuevo alcalde de La Rambla, Jorge Jiménez ha querido compartir con el primer edil saliente, Alfonso Osuna, ya que durante la última legislatura se realizó esta necesaria obra para la localidad. En este gesto, ambos fueron los encargados de abrir la llave de paso del pozo y activar el motor que conduce el agua hasta el depósito. De esta forma, el depósito municipal de agua, también ubicado en la zona de los Arenales, vuelve a recibir agua propia de nuestro término.
Esta actuación responde a que tras la labor de mejoras del anterior pozo en diciembre de 2017, que ha abastecido más del 50% del agua para consumo de la localidad tras un uso de casi 30 años, se encontraron con que las camisas del entubado habían llegado al final de su función útil, y ante la imposibilidad del desentubado para una nueva reforma, el ayuntamiento se vio obligado a realizar una nueva perforación. Por lo que rápidamente se contactó con un ingeniero de minas para que realizara el proyecto, y a partir de ahí, comunicarse con las administraciones provinciales y autonómicas para solicitar ayuda económica y las licencias correspondientes.
Ante esta demanda, la Diputación Provincial respondió afirmativamente haciéndose cargo del total de un presupuesto inicial de 83.000 euros, que finalmente por las bajas en la licitación, se ha quedado en 67.000 euros; a lo que el ayuntamiento rambleño ha tenido que hacer frente a los gastos de adecentamiento del terreno, construcción de las casetas, anulación del pozo viejo, el vallado perimetral, etc. Por otra parte, ha habido una tardanza en la conclusión de esta intervención de casi año y medio, no siendo otro el motivo que el conseguir las autorizaciones pertinentes y la licitación de la obra.
Durante el periodo de obras de mejora y posterior construcción del nuevo pozo, para que el suministro poblacional no tuviera ningún corte, se precisó del abastecimiento a la red por parte del Consorcio Provincial de Aguas Emproacsa, ocasionando de esta manera a las arcas municipales un desembolso extra, que supuso para el ejercicio presupuestario de 2018 una facturación de 200.000 euros, una cantidad que ahora el consistorio rambleño se ahorrará.
El nuevo pozo para el que se ha perforado a una profundidad de 196 metros, cuenta con una bomba que inyecta un torrente de 1.500 litros/minuto al depósito municipal de agua, que tiene una capacidad de 5.000 metros cúbicos, siendo el consumo del municipio de La Rambla de 2.700 metros cúbicos diarios.