El maestro artesano Miguel Ángel Torres Ferreras y la firma de pajaritas de cerámica Bowtery, finalistas en los Premios Nacionales de Cerámica que se entregarán en Cuenca el próximo 23 de marzo
Los Premios Nacionales de Cerámica, otorgados cada año por la Asociación Española de Ciudades de la Cerámica, contarán con representación rambleña entre sus finalistas. En concreto, el alfarero Miguel Ángel Torres Ferreras en la categoría de Cerámica Tradicional; y la firma de pajaritas de cerámica Bowtery en la categoría de Innovación y Desarrollo de Producto. Ambas candidaturas fueron propuestas por el Ayuntamiento de La Rambla y elegidas finalistas junto con otras 19 candidaturas en total entre las 6 categorías existentes.
Hasta el sábado 23 de marzo a las 19h no se hará público el veredicto final del jurado, en una gala de entrega de premios que tendrá lugar en Cuenca. Hasta esta ciudad viajarán los finalistas rambleños, junto con representación del ayuntamiento de la localidad.
Se trata de una representación de la cerámica rambleña un tanto especial por tratarse los dos finalistas de padre e hijo. Miguel Ángel Torres Ferreras, alfarero rambleño que aprendió a modelar al torno a los 10 años, fue nombrado Maestro Artesano por la Junta de Andalucía por su trayectoria y por su promoción del trabajo artesanal, del que es un gran defensor y que sigue practicando día a día en el torno de su taller de alfarería de La Rambla, donde realiza vajillas de gres para restaurantes y tiendas de diseño de todo el país y parte de Europa.
Por su parte, Bowtery es el nombre comercial de las pajaritas de cerámica creadas por Luis Torres, hijo de Miguel Ángel y ceramista emergente que a los 25 años decidió apostar por el oficio artesanal de su padre estudiando cerámica artística en la Escuela de Arte Dionisio Ortiz en Córdoba y desarrollando distintos proyectos relacionados con la cerámica rambleña, por los que ha sido reconocido recientemente con el Premio Andalucía de Artesanía en la categoría de Calidad en la Promoción y Comercialización de la artesanía.
Hoy representan dos generaciones distintas, conectadas además de por el parentesco, por una tradición alfarera que caracteriza a La Rambla desde hace décadas e incluso siglos. Según ellos mismos, “esta selección como finalistas a unos premios tan importantes es un honor y una prueba de que la cerámica rambleña tiene pasado, presente y futuro, y esperamos que el hecho de que La Rambla esté representada tanto en cerámica tradicional como en innovación haga ver al resto de ciudades de la cerámica que La Rambla aporta mucho al panorama cerámico nacional, tanto desde la tradición como desde las nuevas tendencias del barro”.
Aseguran padre e hijo que sólo el hecho de ser finalistas, y además juntos, es motivo de alegría y celebración para ellos. Sólo queda esperar para saber si finalmente los premios se quedan en La Rambla, que aunque ha tenido más finalistas en ediciones anteriores, sólo cuenta con uno de estos galardones, el que se otorgó al Ayuntamiento de la localidad por la organización de la Exposición de Alfarería y Cerámica de La Rambla.